Microsoft está enzarzada en la ardua tarea de hacerse con Activision, algo que Sony quiere impedir por activa y por pasiva alegando el tremendo daño que podría ocurrir en el caso de que Microsoft retirase la saga Call of Duty de la PlayStation 5, pese a multitud de declaraciones por parte de Microsoft de que esto no ocurriría.
Ahora, tras varias negativas, Microsoft ha intentado indagar en los motivos de Sony para intentar impedir la compra a toda costa con una citación, que no es más que una solicitud de documentación, generalmente interna, para evaluar la situación, y que Sony ha tachado sin dudar de acoso –pese a tratarse de un procedimiento legal estándar—.
La razón de Sony para ello es la solicitud de informes de rendimiento de SIE, la división de consolas de la compañía, aunque existen quejas relacionadas también con la extensión de la información solicitada, así como el coste que esto tendrá para Sony, la misma empresa que está forzando a Microsoft a generar acuerdos y contratos uno detrás de otro para verlos todos rechazados.
Sin duda, la única compañía que tiene miedo es Sony, pues Nintendo aceptó de primeras el acuerdo de igualdad de 10 años del que se ha hablado más de una vez, mientras que Valve confía lo suficiente para ni siquiera necesitarlo.