En noviembre del año pasado, Roku despidió a un total de 200 trabajadores de la empresa citando condiciones económicas complicadas, pero parece ser que ese despido no fue suficiente, y del mismo modo que ocurrió con Amazon, donde un solo despido masivo fue suficiente, Roku se deshará de otros 200 trabajadores.
Esto llegará acompañado del cierre de algunas oficinas, algo que, en total, junto a los despidos, se espera que termine con un coste de unos 30 o 35 millones de dólares una vez pagados los finiquitos y el vaciado de los edificios pertinentes, algo que es poco intuitivo, pero que si Roku lo está haciendo, es porque debe tener sentido.
Estos despidos cuentan con un objetivo principal, y no es otro que el de mantener los gastos de la compañía limitados, algo que en los últimos tiempos está siendo primordial ante una bajada de los ingresos derivada del fin de la pandemia, durante la cual se sobrecontrató en docenas de empresas.
Sin duda, no tiene pinta de que este sea el último despido masivo que veamos, y es posible que ni siquiera sea la última compañía en repetir despidos, visto que tanto Amazon como Roku se encuentran ya en esta posición debido a una mala planificación económica por parte de las mismas.
