Retroceso, Combinación, Infiltración y… ¿Ultramano? Las nuevas habilidades de Link en The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom son uno de los máximos atractivos para retomar el viaje hasta más allá del mundo abierto de la Hyrule que nos enamoró. ¿y si te dijese que los orígenes de la nueva mecánica más original se remontan a la época en la que Nintendo hacía juguetes?
A falta de ver todas sus posibilidades, la Ultramano recuerda las habilidades con la fuerza de los Caballeros Jedi de Star Wars, habilitando un nuevo tipo de acción constructiva: levantamos un material o elemento, acoplarlos o separarlos. Dicho así no suena tan especial, pero con un poquito de imaginación se abren infinitas posibilidades a la hora de crear estructuras e incluso nuevos tipos de vehículos con el motor adecuado.
Una idea que hemos visto en otros juegos, pero que encaja muy bien con la filosofía de ofrecer aventura y libertad sin límites a los jugadores. Y, sin embargo, también es un interesante homenaje al artífice del éxito de una de las etapas menos recordada de Nintendo.
Entre los años en los que se dedicaba a imprimir cartas y su posición como histórico de los videojuegos, la Gran N se dedicaba a crear juguetes, incluyendo el modelo original de Ultramano. Un juguete que, por cierto, lleva la firma del padre de la Game Boy.
La Ultramano, el juguete de Gunpei Yokoi
Más simple que el mecanismo de un botijo, pero con mayores posibilidades: Sin Gunpei Yokoi es imposible entender el éxito de Nintendo en los videojuegos, pero mucho antes de idear prodigios como la Game & Watch, la Game Boy y otras obras de auténtica ingeniería, sus responsabilidades en la empresa pasaban por diseñar juguetes. Entre otras cosas, porque mucho antes de que existiese una industria de los videojuegos, la Gran N era una empresa juguetera. Y la Ultramano fue un elemento decisivo para dar ese salto.
Lo que podemos considerar el primer videojuego de Nintendo (o lo más remotamente parecido a uno) fue el EVR Race en 1975 una recreativa con componentes mecánicos y cinematográficos. Su premisa, por de hecho, tampoco era muy especial: apostar introduciendo monedas con hasta diez jugadores en carreras de caballos previamente grabadas en cintas.
Los orígenes de Nintendo se remontan casi un siglo antes, dedicándose a crear cartas que no tardaron en ganar una enorme popularidad por la prefectura de Kioto, Japón. Tras la segunda guerra mundial, y como casi todas las empresas históricas de su tiempo, tocó adaptarse y uno de sus pilares centrales se encontró en la industria juguetera, siendo la Ultramano uno de sus juguetes más populares.
¿En qué consistía? a través de mecanismos articulados (el principio pantógrafo) se logra el efecto de mano extensible con la peculiaridad de que es posible operar el extremo a través de una cuerda, generando un efecto de pinza. ¿Para qué servía? Bueno, el uso se dejó en manos (nunca mejor dicho) de los niños que con esto y poquito más eran felices en 1966. Y no se vendió nada mal: 1,3 millones de unidades, según se reporta en La Historia de Nintendo.
La creación de la Ultra Mano: creatividad desatada en estado puro
Tal y como recoge Florent Gorges en su primer volumen de la Historia de Nintendo, Gunpei Yokoi no fue contratado para diseñar juguetes para Nintendo: era un responsable de mantenimiento. Uno con formación universitaria y que, por cierto, tenía bastante tiempo libre una vez acababa con sus labores.
Dado que Nintendo estaba lejos de ser una gran multinacional con montones de máquinas y que el trabajo de Yokoi apenas requería unas horas, el genio nipón se dedicaba en horario laboral a diseñar sus propios juguetes en un pequeño taller propio y por diversión propia.
Al menos, hasta que fue descubierto con las manos en la masa por Hiroshi Yamauchi en persona. ¡El presidente de Nintendo nada menos!
Gunpei Yokoi sosteniendo una Game Boy
Según cuenta Gorges, el mismísimo Yamauchi entro al taller de Yokoi sin avisar y le exige cuentas sobre aquel aparato al que le estaba dedicando tiempo en lugar de trabajar.
Lo que el segundo no espera es que, en lugar de llevarse una reprimenda, aquella idea le asegurase un ascenso: el presidente de Nintendo se quedó maravillado y, tras perfeccionar el modelo, lo comercializó, convirtiéndose en uno de los primeros éxitos a nivel internacional de la compañía.
A partir de ese minuto la historia de Nintendo dará un giro extraordinario:
- De primeras, se centrará en la industria juguetera como prioridad.
- A raíz de lo anterior, se creará el mítico departamento de Investigación y desarrollo de Nintendo.
- Y, finalmente, se pondrá a Gunpei Yokoi al frente de ese departamento para que diese rienda suelta a su creatividad.
Durante más de una década, Gunpei Yokoi demostró su infinita creatividad a la hora de crear juguetes junto a otros cuatro genios. Eso sí, en 1980 lanzará las Game & Watch, provocando la primera gran revolución de Nintendo en el mundo de los videojuegos.
Ultramano: del juguete al videojuego y, de ahí, a The Legend of Zelda
La Ultramano es uno de los pilares originales del éxito de Nintendo, y también es, a su modo, parte de la cultura popular. Quizás no se produzcan juguetes en la actualidad (salvo los que se licencian, claro) pero ese espíritu creativo permanece latente en la actualidad a través de ideas como Nintendo Labo y otras genialidades de la compañía. Eso sí, no se han olvidado en absoluto de su pasado.
Al que más le gusta usar la Ultramano es al canalla de Wario. Lo hemos visto esgrimiéndola en casi todos sus juegos, especialmente en la saga Wario Ware (la más creativa) pero también dándole uso en títulos como Mario Power Tennis. ¡Todo un sinvergüenza!
Con todo, merece la pena recordar que la Ultramano también tuvo su propio videojuego: Grill-Off with Ultra Hand! Eso sí, que no te suene es totalmente normal: solo se pudo reclamar en norteamérica en el año 2010 a través de WiiWare y desde el extinto Club Nintendo.
El juego tampoco tiene demasiado misterio, que conste: se trata de estirar la Ultra Mano para interactuar con diferentes objetos, ofreciendo esa experiencia sencilla y disparatada para toda la familia conservando ese espíritu tan propio de Nintendo.
Eso sí, su aparición en la saga de The Legend of Zelda fue mucho antes: nada menos que en The Legend of Zelda: Majora’s Mask 3D. Más concretamente, en la Tienda de Bombas. Aunque, desafortunadamente, solo es un adorno. De cualquier modo, Link cuenta con sus propios ganchos extensibles.
Está más que claro que Nintendo ni se ha olvidado del legado de Yokoi ni de su sencillo pero exitoso juguete. Casi sesenta años después, la locura de la Ultramano regresa, pero su creatividad deslumbra como la primera vez en The Legend of Zelda. Eso sí, ya no tiene ese curioso diseño mecánico: ahora es el propio brazo de Link.
O, más bien, un misterioso poder que emerge desde su mano derecha y que ambiciona desatar la creatividad de los jugadores y abrir infinitas posibilidades dentro de la Hyrule que ya nos fascinó en The Legend of Zelda Breath of the Wild. Siendo, al mismo tiempo, una genialidad y un un brillante tributo a uno de los mayores genios de la historia de Nintendo.